El análisis del discurso como método de investigación en psicología - Ignacio M. Baró

El análisis del discurso como método de investigación en psicología

Introducción

En psicología, durante muchos años, la mayoría de investigaciones se hicieron desde una mirada tradicional, donde se buscaba medir, clasificar y entender el comportamiento humano como si fuera algo totalmente objetivo. Sin embargo, desde hace algunas décadas, han surgido nuevas formas de estudiar lo psicológico. Una de ellas es el análisis del discurso, que propone que el lenguaje no solo sirve para comunicar lo que sentimos o pensamos, sino que también crea significados y construye realidades. En este ensayo se explicará en qué consiste esta forma de investigar y por qué es importante para entender a las personas desde su contexto social y cultural.

Desarrollo

El análisis del discurso surge como una propuesta diferente a la psicología tradicional. A diferencia de los métodos que intentan encontrar respuestas generales para todos los seres humanos, este enfoque se interesa por cómo las personas usan el lenguaje en su vida cotidiana y cómo, a través de ese uso, van formando su forma de pensar, sentir y actuar. Para el autor Ignacio M. Baró, esta forma de investigar permite analizar los discursos que usamos todos los días y entender cómo estos nos influyen sin que muchas veces nos demos cuenta. Una de las ideas principales de este enfoque es que el lenguaje no solo describe la realidad, sino que la construye. Por ejemplo, cuando una persona dice “yo soy tímido”, no solo está contando algo que siente, sino que también se está posicionando frente a los demás de cierta manera, y eso puede influir en cómo actúa y cómo los otros lo ven. Así, el discurso no es solo una forma de hablar, sino una forma de hacer cosas con las palabras.

Otra idea importante es que el análisis del discurso cuestiona la idea de que la mente es un espacio interno donde están los pensamientos o emociones. En vez de eso, propone que los significados se crean en las conversaciones, en las relaciones sociales y en los contextos donde vivimos. Es decir, no existen emociones o pensamientos puros que estén escondidos en la mente, sino que todo lo que sentimos y pensamos está relacionado con lo que aprendemos a decir y entender en nuestra cultura.

Además, el análisis del discurso también muestra cómo ciertas formas de hablar están relacionadas con el poder. Por ejemplo, cuando un profesional de la salud usa ciertas palabras para describir a una persona como “deprimida” o “trastornada”, no solo está haciendo un diagnóstico, sino que también está participando en una forma de clasificar y controlar a los sujetos. Por eso, este enfoque también se considera crítico, porque busca visibilizar cómo ciertos discursos pueden limitar o reforzar formas de pensar y vivir. 

En conclusión el análisis del discurso es una herramienta útil y necesaria para los psicólogos que quieren entender cómo se construyen los significados en la vida social. A través del estudio del lenguaje, se pueden conocer mejor las formas en que las personas se relacionan, se entienden a sí mismas y viven en sociedad. Más que buscar una sola verdad sobre lo humano, este enfoque invita a ver cómo cada persona y cada grupo produce sentidos distintos, según su historia y su contexto. En un mundo cada vez más complejo, esta mirada nos ayuda a pensar la psicología no como una ciencia que impone respuestas, sino como una disciplina que escucha y analiza críticamente lo que se dice y lo que se hace con las palabras.

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