La doctrina del Shock - Naomi Klein
Expone cómo el miedo, el trauma y la manipulación emocional pueden ser utilizados como herramientas de control masivo. Klein no solo presenta un análisis económico y político del neoliberalismo, sino que también nos muestra cómo las élites han utilizado las crisis y el sufrimiento humano para desmantelar derechos sociales, debilitar la resistencia colectiva y reconfigurar sociedades enteras en beneficio de unos pocos. Este libro nos obliga a reflexionar sobre la vulnerabilidad del ser humano ante el trauma, la facilidad con la que las personas pueden ser manipuladas en estados de crisis y el impacto profundo que el shock tiene en la psique individual y colectiva.
En el libro se puede visualizar como utiliza términos como indefensión aprendida, desarrollado por el psicólogo Martin Seligman. Este fenómeno ocurre cuando una persona, tras haber experimentado repetidos traumas o situaciones en las que no tiene control, deja de resistirse y acepta su estado de opresión. Klein argumenta que los gobiernos y las corporaciones han aplicado este principio a nivel social: después de guerras, golpes de Estado, colapsos económicos o desastres naturales, las poblaciones quedan en un estado de vulnerabilidad extrema y son incapaces de resistir los cambios impuestos. Esto explica por qué muchas sociedades han aceptado, sin grandes rebeliones, políticas de austeridad, privatizaciones y la erosión de sus derechos.
La disonancia cognitiva, otro concepto clave, también es fundamental para entender la eficacia de la doctrina del shock. Esta teoría, propuesta por Leon Festinger, sostiene que cuando las personas se enfrentan a información o situaciones que contradicen sus creencias previas, experimentan un conflicto interno que intentan resolver ajustando su percepción de la realidad. En los contextos de crisis descritos por Klein, las élites aprovechan esta confusión para implantar narrativas que justifican medidas extremas: las privatizaciones, la represión y el saqueo de los recursos son presentados como "necesarios" para la reconstrucción de la sociedad. De esta forma, el shock psicológico no solo desorienta, sino que también abre la puerta a una resignificación forzada de la realidad. Otro aspecto en La doctrina del shock es el impacto del trauma colectivo. Cuando una sociedad es golpeada por la guerra, el terrorismo de Estado o una catástrofe económica, no solo se destruyen infraestructuras físicas, sino también los lazos comunitarios, la confianza en las instituciones y la esperanza en el futuro. Klein muestra cómo este estado de trauma ha sido utilizado estratégicamente para debilitar cualquier resistencia y permitir la imposición de políticas que, en circunstancias normales, habrían sido inaceptables. También se puede visualizar la manipulación del miedo en la toma de decisiones. Desde una perspectiva psicológica, se ha demostrado que las personas sometidas a un miedo constante tienden a actuar de manera más irracional, buscando protección en figuras de autoridad, incluso si estas figuras han sido responsables de su sufrimiento. Este principio ha sido utilizado por regímenes autoritarios y gobiernos neoliberales para justificar medidas extremas, apelando a la seguridad como excusa para restringir libertades. En este sentido, Klein nos muestra cómo la repetición de shocks psicológicos en la población crea un estado de ansiedad crónica que impide la organización social y facilita la aceptación de la dominación.
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